Matrimonio

«Juntos hasta el final»

Cuando decidimos unir nuestras vidas a nuestro conyugue, todos llegamos enamorados y con grandes expectativas con relación a lo que será nuestra nueva vida de casados, los primeros días todo parece ser maravilloso, nos estamos conociendo en formas en las cuales no teníamos idea que nos podíamos disfrutar…

Empiezan a correr los días, las semanas, los años, comienzan a aparecer los defectos, cosas que eran completamente desconocidas para nosotros acerca de nuestro esposo (a) y de alguna manera el amor se empieza a «apagar» ya no tenemos los sentimientos a flor de piel como al principio, el respeto se empieza a perder, aparecen los gritos, los malos tratos, llegan las palabras que hieren, actitudes negativas, dejamos de comunicarnos amablemente, nuestra mirada respecto a la pareja empieza a cambiar y si no se toman las acciones necesarias para detener todo lo anterior, podríamos empezar a enfrentar problemas, discuciones interminables e ideas de separación… Todos los matrimonios atraviesan diferentes etapas y no podemos dejar guiarnos por nuestros sentimientos que son tan invariables como una motaña rusa que hoy están arriba y mañana abajo.

Así como tu auto necesita mantenimiento, tu relación de pareja también, juntos deben continuar creciendo y entender que hay que trabajar para hacer crecer la relación ya que un día hicieron un pacto matrimonial donde decidieron permanecer juntos hasta el final.

Dios diseñó el matrimonio para que ambos crezcan y se desarrollen a su imagen. Génesis 2:24.

El verdadero amor crece con las dificultades, el falso se apaga. Por experiencia sabemos que, cuando soportamos pruebas difíciles por alguien a quién queremos, no se derrumba el amor sino que crece»

Tomas de Aquino

¿Estás dispuesto a ir una milla extra para mejorar y hacer crecer tu relación?

A continuación te presento algunos consejos que te ayudarán a desarrollar una relación sana y fuerte:

1- Si tu pareja te ofendió, no le guardes rencor, aunque no sientas perdonar, hazlo… y tan pronto las cosas se calmen, habla de lo que te lastimó para evitar que se repita, si tu eres quién a ofendido reconoce tu falta y pide perdón.

2- Decide amar a pesar de… El hombre o la mujer perfecta no existen, todos tenemos algo en lo que «cojeamos» justo en eso consiste el amor verdadero en ser pacientes y aceptar que todos tenemos debilidades en las cuales debemos trabajar.

3- No hables mal de tu conyugue con otros, evita exponerlo sobretodo con personas de la familia, si necesitas un consejo acercate a una persona madura y confiable que pueda orientarte.

4- Escucha a tu pareja, se empático(a), no te burles o critiques las cosas que te comparte por que al final son detalles importantes aqunque para ti sean irrelevantes.

5- Elimina la idea de divorciarte cada vez que surje un conflicto. Recuerda que cada roce te da la oportunidad de crecer y de ir a otro nivel. No pienses que una nueva pareja te dará mayor satisfacción o felicidad, las cosas no son siempre lo que parcen.

6- Evita la queja, no permitas que la amargura corra por tu hogar, en lugar de eso agradece por todas las bendiciones que tienes.

7- No hagas dramas, expresa con honestidad la necesidad que sientes, háblalo con Dios y después con tu pareja.

8 – Usa palabras de afirmación para tu esposo (a). Todos necesitamos saber que somos importantes para los demás por ejemplo: «Me encanta como sonríes», «Ese color te queda espectacular» , «Eres una persona muy bella», etc. No pierdas la admiración hacia tu conyugue.

9- Haz una lista de las buenas cualidades que tiene tu pareja y enfócate en eso cuando estén atravesando un conflicto, ten en mente las cosas que te llevaron a enamorarte.

10- Sorpréndele con un hermoso detalle sin que sea una fecha especial, regálale un flor, hazle una carta, un dibujo, envíale un mensaje agradeciendo todos los esfuezos por sacar el matrimonio o la familia a flote. Es importante valorarse cada día.

El deseo de Dios es que el matrimonio perdure y la única forma de lograrlo es invitándolo a ser el centro de la relación y obedeciendo los principios que Él estableció, por ejemplo el que el hombre debe amar a su mujer y la esposa debe respetar a su marido.

Te animo a no desmayar, a seguir construyendo un matrimonio fuerte, a no dejarte gobernar por el enojo, la frustración y a buscar ayuda en consejería matrimonial antes de tirar la toalla, si tienes hijos ellos te lo agradecerán, las relaciones pueden ser complicadas pero con amor y buena voluntad todo puede mejorarse.

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